"Que el Tetris no sea un juego violento es probablemente una de las claves de su éxito"

El programador ruso que inventó el famoso Tetris nos descubre sus claves

En 1985 en el Centro de Ciencias de la Computación de la Academia de Moscú, Alexey Pajitnov decidió crear algunos juegos por ordenador para entretenerse. Entre ellos, el Tetris, que acabaría siendo unos de los juegos más populares a escala mundial. El gobierno ruso patentó el juego y dado que corrían años aperturistas tras el telón de acero, también lo exportó. Dice la leyenda que con el lema Desde Rusia con amor. Poco después, Nintendo se hizo con la patente del juego, lo incorporó a su recién estrenada Game Boy y de ahí, a la fama mundial. Pajitnov se mudó a Estados Unidos en 1991 y creó su propia compañía. Hace algo más de un año, trabajó para Microsoft y ahora ha sido fichado por WildSnake Software. Estos días visita la ciudad en el marco de POW UAB, unas jornadas sobre videojuegos en la Universidad Autónoma de Barcelona.

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Alexey Pajitnov con un Tetris en las manos /   Jordi Pareto

-Cuando inventó el Tetris no pudo patentarlo ni se le reconoció el invento en su país natal, ¿guarda rencor por ello?
-Normalmente los juegos no son objeto de patentes, éstas se utilizan para cosas útiles (ríe). Así que básicamente se trata de algo relacionado con las macrocorporaciones y en el tiempo en que creé el juego, no había corporaciones de ese tipo en Rusia, o sólo para algún hardware pero no para software. De modo que entonces nadie lo sabía, pero tampoco nadie pone en duda que este es mi juego…

-Unos años después se mudó a los Estados Unidos, concretamente en 1991. ¿Qué es lo que más le sorprendió? ¿Notó grandes cambios a nivel tecnológico?
-¡Es una vida distinta! Otro país, otra cultura, otra lengua… Pero el trabajo sí fue el mismo, seguí trabajando con los juegos. 1991 fue un año extraño para Rusia, era el tiempo de la Perestroika, un momento de grandes cambios en el país y todo el mundo andaba loco. Así que lo más sorprendente cuando me mudé a América es que allí todo era mucho más conservador y estable (ríe). Es curioso, pero así es.

-Se dice que ha sido capaz de diseñar enteros lenguajes de programación en una sola tarde. Es usted una mente brillante… 
-Yo fui programador durante muchos años, diseñé diferentes lenguajes de programación, pero este es un oficio para gente joven porque requiere muchas horas. Mi horario entonces era de unas 60 o 70 horas. Dejé de programar cuando vi que la gente joven era más eficiente. Ahora desde hace cinco o seis años, me dedico a dar las especificaciones, es decir, digo cómo debe funcionar el juego y los programadores lo desarrollan.

-Usted crea y ellos hacen el trabajo duro…
-Sí, algo así (ríe).

-¿Cuánto tardó en crear el Tetris?
-De eso hace mucho tiempo, trabajaba durante muchas horas e intenté crear algunos juegos para mi propio disfrute y el Tetris fue uno de ellos. 

-¿Qué le pareció el invento a su familia?
-Lo malo es que en esa época, como no teníamos ordenadores en casa, sólo podía llevar a mi hijo de vacaciones al centro de computación y mostrárselos. Le gustaron, eso sí. 

-Su idea partió de un juego lógico, probablemente griego, el pentaminós, ¿cómo se le ocurrió trasladarlo al ordenador y que, en lugar de completar el puzzle, las piezas fueran cayendo?
-(Saca un pentaminós de su bolsillo: es un rectángulo de plástico con diferentes piezas similares a las del Tetris que encajan en su interior). Se trata de un juego muy simple, elegante y pequeño, yo disfruté con él durante años. Entonces pensé ¿por qué no crear un juego como este? Hay que ir poniendo piezas, tú pones una, yo otra y así sucesivamente hasta que uno de los jugadores no puede y, por tanto, pierde. Pensé en las piezas, en la forma de girarlas, de escogerlas… En principio imaginaba crear un juego por ordenador para dos jugadores pero entonces creí que sería muy divertido y entretenido hacerlas caer.

-Hoy día los juegos de ordenador o consola son bastante más complejos y en algunos casos con contenidos violentos o sexuales… ¿De los viejos arcade a hoy, nuestras formas de juego han perdido la inocencia? 
-Muy al inicio de los arcade había juegos de dispararse unos a otros, comerse unos a otros…

-¡Claro, el packman o comecocos! 
-Sí, el packman (ríe)… Así que básicamente el conflicto es absolutamente necesario para muchos de estos juegos y en ellos hay una forma bastante obvia de afrontarlo. Para muchos, la violencia es algo muy natural.

-No es así en su mítico Tetris…
-Sí, es una excepción. Que el Tetris no sea un juego violento es probablemente una de las claves de su éxito, que hace que la gente siga y siga jugando.

-¿Qué otros motivos lo mantienen en la cima tras casi 20 años?
-Hay diferentes razones: es un buen juego, con el que se disfruta, es simple e intuitivo y fácil de entender.

-Como jugador, ¿cuál ha sido su mejor record?
-No soy muy bueno… He llegado al nivel 11 o 12. Creo que en la Game Boy el máximo es el 12, pero en otros casos llega al 16 o 17.

-No está nada mal… ¿Qué beneficios nos aporta jugar al Tetris?
-El principal es, sin duda, muchas horas de disfrutar jugando. La diversión es el propósito de un buen juego, no puede ser de otra forma.